El segundo nivel de la Sacra Ciencia suele realizarse entre los once y los diecisiete años de la taumaturga. Comienza con una evaluación de sus habilidades y conocimientos previos que da la palabra final acerca de su futura compañera. Desde entonces los entrenamientos se vuelven más complementarios, al igual que los elementos bases que manejarán. Por ejemplo, una Tollen con su especialidad base de agua no puede ir con una de fuego. La especialidad de fuego además es la más difícil de estudiar, ya que no se considera el fuego un elemento base y requiere de un mayor control, exámenes más estrictos y la aprobación directa de la laira, la líder de Lunea.
La Sacra Ciencia se divide en dos «Mundos» en que se basa esa elección de especialidades.
Las taumaturgas suelen trabajar en el Mundo Vitalicio, ya que las reglas y consecuencias de usar a los seres vivos pueden ser mucho más duras. Las únicas que suelen adentrarse en ese tema son las sanadoras, pero lo hacen desde la especialidad de energía.
Sus especialidades base suelen ser Corporal y Energética. La mayoría tiene un elemento por Corporal (aire, tierra, agua) y en muchos casos incluso manejan dos elementos como especialidad.
La especialidad Energética puede ser luz, sonido, fuerza de la gravedad, sanación, energía interna, energía externa, energía salvaje y muchas otras variantes, incluso el fortalecimiento del propio cuerpo podría ser una especialidad energética. La comienzan a estudiar después de llevar un gran avance con la especialidad Corporal; de esa manera, tienen mejor control, son un poco mayores (la edad mínima para tratar con energía es de quince años) y pueden complementar sus dos especialidades, como sería el caso de una taumaturga que tiene agua y sanación, o tierra y fortalecimiento del cuerpo.
A partir de este nivel también se agregan más conocimientos en cuanto a lo que las rodea (como variaciones en compuestos que ya conocían), el método exacto para crear un pentagrama (pasan de usar 100% a medir cada elemento por separado) e incluso el pentagrama que se utiliza para distinguir compuestos desconocidos.
Se les enseña en conjunto y por separado con el objetivo de formar un Enlace, un pentagrama que une a las compañeras, permitiéndoles crear conexiones más fuertes en sus pentagramas, desde la distancia, percibir a la otra y en muchos casos compartir energía.
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