Primer nivel de la Sacra Ciencia

El primer nivel de la educación en Lunea crea las bases para lo que serán los estudios en los siguientes años. Comienza cuando la taumaturga tiene seis años y termina a los once, después de que se le asigna una compañera. Durante este período, tienen lecciones básicas de matemáticas, idiomas, cortesía, historia del mundo mágico y de Tallara, geografía, geología, biología, botánica, química, física, entrelazadas con clases exclusivas dedicadas a la Sacra Ciencia, lo que se necesita para entenderla y aplicarla, ceremonias asociadas a Ella, y otras materias que se dan en cursos más breves y junto a los entrenamientos físicos como la natación, escalar e incluso el uso de la vara tolleniense. 

La Sacra Ciencia funciona a través de un conjunto de símbolos que conectan con el plano de Ella. La energía de Ella reconoce el llamado de los símbolos y fluye hasta nuestro plano para activar los pentagramas.

Abecedario tolleniense de veintiséis símbolos
Las letras «jia», el abecedario tolleniense

Se les conoce como «pentagramas» a estos símbolos debido a que están basados en cinco líneas invisibles. 

Muestra de las cinco líneas que deben ser invisibles en el pentagrama, pero sirven como referencia para saber en dónde comenzar a dibujar

La línea superior es la de la energía externa. Le sigue la del aire, en el centro la de la tierra y debajo la línea del agua. La última línea es la de la energía interna. El fuego (considerado una reacción y no un elemento en sí mismo) se coloca al mismo nivel que la línea de aire; animales, personas y plantas parten de la línea de la tierra, y la sanación puede usar una o las dos líneas de energía, dependiendo del propósito que se pretenda conseguir. Cada una tiene su propio nombre y símbolos a utilizar en los pentagramas.

Cuando se comienza con la Sacra Ciencia, los pentagramas se activan con los dedos índice y medio en la línea de la circunferencia exterior. Es simple recordarlo. El pulso propio del pulgar confundirá al pentagrama, el dedo anular está directamente conectado al corazón (lo que puede suponer un peligro en un gasto enorme de energía) y el meñique puede romperse por el efecto de algunas reacciones y su estructura más pequeña.

La forma correcta de «medir» los elementos durante este primer nivel es por porcentajes sobre 100. Por ejemplo, se estima que la madera más común de Tallara tiene un 40% de oxígeno. Suele ser el método que utilizan los practicantes libres, que generalmente son hombres de la familia Tollen.

Una vez que los pentagramas son dominados (se calcula que debe llevarse a cabo un pentagrama al menos veinte veces para empezar a dominarlo, dependiendo de la dificultad que presenten), pueden ser activados con la palma completa, los pies, un roce. Muchas taumaturgas de Lunea llevan pentagramas de tierra en las piernas que pueden ser activados en cualquier momento en que tengan las plantas de los pies sobre un suelo en que se pueda realizar la reacción. Las que tienen tatuados los pentagramas de aire pueden activarlos al contacto con el aire del ambiente y los de agua en cuanto la piel hace contacto con el líquido.

Con la práctica, incluso el proceso de dibujo del pentagrama se simplifica. La Sacra Ciencia reconoce el nivel de comprensión al que alguien puede llegar y los símbolos del anillo exterior aparecen de forma automática cuando se tiene el suficiente entendimiento y práctica. Si un taumaturgo realiza un pentagrama de agua más de cien veces en un período de tiempo breve (un par de meses), notará que los símbolos se completan solos para ejecutar el mismo pentagrama que ya ha hecho antes. La velocidad en el símbolo central también se acelera, de tal forma que las Altas, las mejores taumaturgas educadas en Lunea, realizan pentagramas complejos en un par de trazos.

Entre lo más básico que se les enseña están los Principios y el Proceso

La Sacra Ciencia consta de dos principios. 

El Principio de Equivalencia dice: “para obtener algo, se debe dar algo de un valor similar”.

Su interpretación es que para conseguir una composición, se necesita cierta cantidad y proporción que la obtenga. Digamos que no harás un muro de roca con agua, por la diferencia de materiales, ni conseguirás un edificio a partir de un ladrillo, porque falta mucha masa. Usa la lógica siempre.

El Principio de Energía dice: “la reacción de intercambio equivalente se sujeta a las capacidades del taumaturgo que lo realiza”.

Significa que la Sacra Ciencia jamás funcionará para alguien que no posea una absoluta comprensión de lo que está intentando; no vas a retirar el oxígeno del aire, si no sabes de qué modo lo afectará, ni separarás el hidrógeno del agua si no entiendes cuál será la reacción que le sigue a esto. Tampoco crearás un terremoto cuando recién estás comenzando, aunque comprendas cómo funcionan, ya que no tienes tal capacidad. No tienes suficiente entrenamiento, ni energía.

Forzarte más allá de tu límite de energía podría provocar hormigueos, calambres, fuertes dolores en las extremidades, y en el peor de los casos, la muerte.

Cada reacción tiene una reacción opuesta y cada proceso, por mínimo que sea, tiene un precio energético.

El proceso de la Sacra Ciencia consta de tres sencillos pasos una vez que tomas en cuenta estos Principios.

Entendimiento. Comprender, memorizar e interpretar lo que será intercambiado. Le llamaremos “objeto de cambio”, aunque no necesariamente deba ser algo material.

Desmantelamiento. Se descompone la materia del objeto de cambio, gracias a la comprensión de su estructura.

Reconstrucción. La Sacra Ciencia reorganiza las partículas del objeto de cambio en una nueva estructura.

El objetivo de este primer nivel es preparar mental y físicamente a las taumaturgas para el correcto ejercicio de la Sacra Ciencia.